Esta es la historia de dos personas desconocidas. Dos
personas que vivían en la misma ciudad, frecuentaban los mismos eventos, los
mismos sitios de ocio y la misma universidad, incluso iban a la misma
dentista…entre todas las miles de veces que pudieron haberse encontrado, por
hallare en el mismo lugar, a la misma hora…en ninguna de esas ocasiones se
conocieron.
Cada una hacia su vida ajena a la otra, y seguían su rutina
paralelamente.
Estas dos personas no solo coincidían en los lugares, sino
también en la forma de ser, de pensar, en los gustos etc.
Resulta curioso como estando tan cerca, cada una se
encontraba tan lejos de la otra. Dos desconocidos que habiéndose topado más de
una vez nunca cayeron en la presencia de la otra. Os estaréis preguntando si en
algún momento de sus vidas finalmente se encontraron, pero no precipitemos los
hechos, el destino es así de entrañable.
Pasaron los años y la vida de ambas se vio teñida de
desesperanza.
¿A caso era posible
encontrar a alguien entre todos los millones de personas que vivían en los
cientos de países distintos en el mundo?
Quería contarte la
historia de dos desconocidos pero esta no es esa historia, esta es la historia
de una conexión especial de cómo dos personas ajenas que pudieron encontrarse
en miles de momentos diferentes no lo hicieron.
Sin embargo, la conexión entre ellas fue creciendo cada vez
mas sin que ninguna se diese cuenta, el destino es irónico a veces. Cuando dos
personas unen sus destinos, no importa cuántos años pasen, al final de una
manera u otra acaban encontrándose. Esta es esa historia.
Algo las impulsó a cada una de ellas, a estar en el momento
adecuado a la hora exacta, esa conexión hizo un click cambiando sus vidas para
siempre.
¿Derecha o izquierda?
¿Arriba o abajo?
Todas las preguntas respondidas de la misma forma al mismo
tiempo. Siguiendo un mismo camino ya diseñado para ellas. El destino las había
unido en una pequeña e infinita casualidad.