"Siento una opresión en el pecho, pero no, no es
ninguna cardiopatía, es tan solo la tristeza de saber que nunca estarás entre
mis brazos..."
lunes, 18 de diciembre de 2017
martes, 12 de diciembre de 2017
"Canción Protesta"
1 - Por que vivir con
el miedo
De ser descubierto
por los demás
Por que vivir a
escondidas
Encerrada en una
sociedad
Que no acepta la
verdad
2- Por que ser rechazado
Solo por sentir amor
Por que todas las
miradas
Advierten desprecio
hacia mi
3- Por que la palabra
–Secreto-
Es la que da titulo a
mi vida
Por que cuesta tanto
aceptar
Lo que eres en
realidad...
Agobia tanto no saber
Que camino debes de
coger
4- ¿Que es lo
correcto?
Cuando tu corazón
grita
A cada paso por algo
Que a ojos del mundo
Esta prohibido.
5- ¿Que es lo
correcto?
Cuando tu mente dicta
Todo lo contrario...
¿Quien tiene razón?
Cuando tu cabeza es
Un verdadero caos...
E- Por que un mundo
mejor
Solo puede verse en
sueños
Llegará el día en que
todos
Podamos quitarnos la
mascara
Que nos envuelve día
a día?
1- Por que me miro a
misma
Y no puedo
reconocerme
Miro mi reflejo en el
espejo
Y no logro saber
quien soy
2- Tanto tiempo
viviendo la mentira
Ha borrado mi
verdadero YO
Seria tan maravilloso
levantarse
Una mañana y ver que
el mundo
Me acepta tal y como
soy
3- Sería maravilloso
no esconderse jamás
no tener miedo del
que dirán
por que simplemente
nadie opinara
seria tan maravilloso
poder mirar a la cara
y decir la verdad,
mirar a tu familia
sin mentiras
ni tener que estar a
escondidas
E- Por que un mundo
mejor
Solo puede verse en
sueños
Llegará el día en que
todos
Podamos quitarnos la
mascara
Que nos envuelve día
a día?
4- Por que tener que
soltar
la mano de aquella
persona
A quien mas amo
Por que tener que
silenciar
Las palabras en
publico...
5- Por que ocultar
nuestro amor
Si yo solo quiero
estar contigo
Si solo pienso
abrazarte
Solo quiero besarte
¿Por que me veo
obligada a callar?
E- Por que un mundo
mejor
Solo puede verse en
sueños
Llegará el día en que
todos
Podamos quitarnos la
mascara
Que nos envuelve día
a día?
E- Por que un mundo
mejor
Solo puede verse en
sueños
E- Por que un mundo
mejor
Solo puede verse en
sueños
Llegará el día en que
todos
Podamos quitarnos la
mascara
¿Qué nos envuelve día
a día?
jueves, 7 de diciembre de 2017
Guerra
Recuerdo perfectamente aquel día.
Ese día en el que decidí separarme de todo aquello que me aferraba a mi antigua
vida, para empezar otra realmente, muy distinta. Creí que aquello me llenaría. Siempre
quise hacer algo por la gente, por mi país, en mis venas el valor, fluía casi a
la misma velocidad que mi sangre.
Creí que mi único destino estaba
allí, sin personas a quien amar, sin camino que seguir, sin futuro aparente,
aquella opción se me abría paso como una luz en medio de una inmensa oscuridad.
Finalmente, accedí con una sonrisa en mi rostro. Hice las pruebas, estuve
bastante tiempo entrenando, obviamente, las pasé con buena nota, también las
escritas. Con aquella maleta y con mi mejor aspecto marché hacía donde ahora
sería mi hogar. No sé que me hizo, sinceramente coger aquella rama, pues podría
haber estado en una división segura, pero no, que va, la palabra peligro me
hacía la boca agua, y la adrenalina que aquello desenvolvía me entusiasmaba.
Pero ahora, ojala hubiese tenido
alguien que me parase los pies, alguien que me guanteara la cara, o me dijera: ¡NO!
No te vayas allá, ve a otro lugar dónde el sueldo es más o menos igual y el peligro
casi mínimo.
Llegué felizmente al cuartel. Vi
mi impecable uniforme sobre la litera que me habían asignado. Al día de estar
allí ya me había hecho “amigo” de mis compañeros de cuarto. Y unos días después
de todo el pelotón. Eran jóvenes, simpáticos, todos con las mismas o similares
ideas a las mías. Había varias mujeres aunque eran minoría. Una de ellas me
cautivo ferozmente el corazón.
No sé si era el aire que se
respiraba allí, pero todo sabía mejor, la comida, las camas, todo tan cómodo y
tan acogedor, al cabo de dos semanas, ya me había acostumbrado a aquella vida,
y parecía que desde hacía años había sido la mía. Poco a poco, esos “amigos” se convirtieron en
mi familia. Y en unos meses aquella joven, en mi novia. Aquella vida parecía lo
mejor...pero, acabo aquel magnifico año de entrenamiento, estudiamos mucho,
trabajamos muy duro y sudores nos costaron tener el rango que teníamos.
Yo estaba en el mejor pelotón, el
más eficaz de todo el cuerpo de elite del ejército español. Y tras todo esto, nos
dieron un destino “fijo”, se suponía que teníamos que estar unos cuantos meses
o tal vez un año, en un país que no era el mío, para defender algo que no era
mi patria. En todas mis insignias yacían las palabras “el valor de servir” pero
ahora mismo no sabía por quien cedía ese valor, y para que servia, si estaba a
kilómetros de mi nación, ayudando a países extranjeros, en conflictos de los
que no tenía muy claro si ellos eran el enemigo, o quizás lo era yo. Vigilando
tierras desconocidas.
Nunca me dijeron, la realidad. Dormíamos
en un pequeño cuartel, en una base norteamericana, no entendía mucho lo que se decía
por allí...lo que me daba mayor fuerza era la presencia y cariño de mi novia.
A veces el amanecer se convertía
en una nube negra, de polvo y humo, allí no existen los truenos, si no el
sonido de las bombas al estallar. Las ametralladoras listas. Los aviones de
guerra rasgando el cielo. Pero lo peor no era aquello; sino los cadáveres que
se abrían paso a uno y otro lado, a uno y otro bando. Vidas perdidas congeladas
en el momento de su muerte. Soldados y civiles, un mismo estatus para todos en
un campo convertido en cementerio.
Disparar o morir era la ley en el
terreno de batalla. Allí ya no había valor, sino supervivencia. Había días que
en mi mente rondaban preguntas como…. ¿para quién he de morir mañana? ¿Por qué
estoy aquí? ¿Por qué he de matar a un soldado en mi misma situación, que tan
solo está defendiendo su propia nación? Yo era el invasor aquí. ¿Cómo podré
seguir, sabiendo que una de las bombas que el bando en el que estoy luchando ha
matado posiblemente a centenares de civiles? Otras de las veces que luchábamos
con los americanos, uno de los misiles alcanzo a varios compañeros míos, el médico
no pudo hacer mucho por el mejor de todos, el que sería mi padrino de boda. Sus
piernas habían quedado apuntadas junto con un brazo. El resto del
cuerpo...quemaduras magulladuras...cicatrices...
La estadística iba así, si hay
centenares de cadáveres...hay miles de cuerpos heridos y mutilados. El sueño
que antes parecía, se había convertido en una pesadilla en cuestión de cinco
meses allí. Ahora caía en la cuenta de que guerras como la de Vietnam, la guerra del golfo etc. Eran guerras por amor a
la muerte. Allí no había héroes de guerra, si no asesinos. A mi mismo no puedo
llamarme héroe cuando obligado no sirvo a quien juré servir. Solo soy un mero
testigo de la crueldad de las personas, y de jefes de estado, que no ven la
realidad del campo de batalla. Pienso en guerras como la civil que al menos se
defendía una idea, buscaba algo, un conflicto, que al menos tenía un
fin....pero estas no son como aquellas. O como la segunda guerra mundial otra
crueldad, pero al menos allí se intentaba parar a un/os loco/s dictador/es.
Pero no, esta era por puro vicio a los conflictos y aquí soldados sin comérselo
ni bebérselo se ven en vueltos en algo que nunca desearían estar involucrados,
parece guay morir al recibir una bala, puede que si, pero no desearía que mi
novia llevase esa carga en su alma, ni desearía que a ella le pasase algo así.
Pero al firmar el contrato, firme mi sentencia de muerte, mi sentencia hacia el
infierno y la pesadilla. Y eso fue lo que paso, entre mis brazos vi a la única
mujer que pude amar, muriendo por una causa ajena, luchando por un país que no
es el suyo y contra otro país al que, no le tenia nada en contra. Por eso hoy,
ahora que he olvidado cualquier sonido ajeno a las balas y las bombas, solo
pienso en morir por la misma causa que ella, y reunirme con ella en el otro
infierno, o no sé...no creo que los soldados merezcamos ir al cielo. Aunque
aquí en la tierra se me invada de medallas.
martes, 21 de noviembre de 2017
Extracto de una novela perdida en el tiempo
Ariadna -¿Sabes?
Alguien debería de escribir una canción sobre esos amores que quieres evitar a
toda costa, porque sabes que eso será lo mejor...pero en el fondo te duele
porque quisieras probarlo...
Diego -Supongo que, alguna habrá...pero... ¿por qué no la escribes tú?
Ariadna -No creo que este preparada para hacer tal cosa.
Diego -Siempre se está preparado para expresar los sentimientos acompañados de la música; y tú eres una persona bastante sentimental.
Ariadna -Con el tiempo estoy perdiendo sensibilidad en mi órgano más sensible.
Diego -¿Cuál?
Ariadna -El corazón.
Diego -Supongo que, alguna habrá...pero... ¿por qué no la escribes tú?
Ariadna -No creo que este preparada para hacer tal cosa.
Diego -Siempre se está preparado para expresar los sentimientos acompañados de la música; y tú eres una persona bastante sentimental.
Ariadna -Con el tiempo estoy perdiendo sensibilidad en mi órgano más sensible.
Diego -¿Cuál?
Ariadna -El corazón.
viernes, 17 de noviembre de 2017
Más allá del Misterio
CAPITULO
PRIMERO: UN NUEVO CASO
Como
todos los días me despertaba en una lujosa habitación de hotel, sin ninguna
compañía a mi lado, pues mi trabajo me hacia viajar de acá para allá, está era la
dura vida de una famosa detective privada. Uno de mis recientes éxitos como tal
en Nueva York, me había causado la expansión de mi fama como detective fuera de
Eurasia –puesto que nunca había trabajado fuera de esta zona– El caso no era
muy complicado, lo de siempre, un macabro asesinato de un viejo rico, sin duda
uno de sus familiares lo había asfixiado hasta causar la muerte a éste. La pega
era que lo habían hecho con una complejidad increíble, tanto que parecía que un
fantasma lo hubiese asesinado, pero la mente criminal no podía compararse con
una mente como la mía. A pesar de mi juventud –apenas veinticuatro años– ya había resuelto más de veinte casos que la
policía había dado por cerrados. Por este motivo mi salario ascendía tanto como
mi fama. Y aunque nunca me gustó trabajar para millonarios desgraciados, solo ellos
podían pagar mis servicios, la verdad es
que ningún caso de los que había llevado hasta ahora podía representar un gran
reto para mí, salvo aquel primer caso en Francia, que al ser el primero me
costo unos meses resolverlo. Pero gracias a Patrick –mi queridísimo hermano–
pude solucionarlo.
Patrick
mi hermano mellizo, siempre me había acompañado a casi todos mis viajes, jefe
de la brigada criminalística en la ciudad de California, vivía en un loft del
centro, un chico moderno, que siempre iba a la moda, y al igual que yo, siempre
de aquí para allá y desde hacía algún tiempo, se había convertido, en mi mano
derecha en algunos de mis casos.
Era
un chico extremadamente delgado, con el pelo muy moreno, perfectamente y
meticulosamente alborotado, tenía unos ojos color miel muy expresivos, tanto
que solo me hacía falta mirarle para saber lo que estaba pensando. Era algo
inseguro, por lo que nunca había tenido –al igual que yo– ninguna relación
duradera.
Me
levante de mi cómoda cama de la suite del gran hotel “Palace” de Madrid, para
vestirme y coger un avión con destino a Polonia, allí, un viejo ricachón (para
que variar) necesitaba mis servicios, después del asesinato de su esposa. Yo
era una chica despreocupada, no me interesaba para nada el amor, y no, nunca me
había enamorado realmente, tan solo me dejaba llevar, a veces, en alguno de mis
viajes, por la pasión del momento, como aquellos felices momentos en Florencia,
con uno de mis “novios” Marco. Pero no, no me interesaba el amor, mi carrera subía
como la espuma, y mis inversiones cada vez más ascendían de un modo vertiginoso.
A pesar de mi afán un tanto avaricioso gran parte de la fortuna que ganaba iba
destinados a obras de caridad, pues a mi, no me hacia falta tanto dinero, solo
el suficiente para alojarme en grandes hoteles, y más o menos subsistir en una
vida de riqueza, lo cual todo el dinero que nos sobraba a Patrick y a mí, era
entero y absolutamente para cuentas bancarias en algunas de mis pequeñas fundaciones
en China, y Kenia además de la colaboración en diversas ONGs medioambientales. Me
mire en el espejo había descuidado un poco mi largo pelo castaño claro, que hacían
relucir mis ojos verdes, –sí la verdad es que a pesar de ser hermanos, en el físico,
Patrick y yo, nos parecíamos muy poco–
Me crují los nudillos (manía que había cogido en el instituto y que
desde entonces no pude quitarme) y me dispuse a vestirme de color negro como
siempre, no sé que tenia ese color que me atraía, al igual que el rojo, por
tanto no era raro que alguien me viese vestida con prendas de esos colores. Cogí
mi móvil, y mis pertenencias y salí apresurada del hotel, allí en el aeropuerto
fue relativamente fácil el conseguir un billete para un vuelo privado a
Polonia, sobre todo con una cartera tan llena como la mía.
Ya
en el avión, me dispuse a releer las
anotaciones que me habían indicado, acerca del extraño crimen.
Mujer. 58 años, hallada en una gran mansión al
sur de Varsovia.
La fallecida presentaba marcas en su muñeca.
No había nada a su alrededor ni huellas ni rastro
de alguna otra persona.
La puerta se hallaba cerrada por dentro.
Primer acta: Asesinato
(descartado)
Segundo acta: Suicidio
(descartado)
Tercer acta: Muerte Natural (afirmado)
Algún que otro casquillo encontrado a lado del
cuerpo, sin embargo la fallecida no fue asesinada por un disparo.
Casquillos: calibre 23.
-------
Acta forense:
El cuerpo mostraba señales de fuerza en ambas
muñecas, contusión en la cabeza por la fuerte caída.
Cusa de la muerte --> Desangramiento
Era
particularmente extraño que habiendo casquillos en el suelo, la mujer no fuese
asesinada con ellas… tampoco había huellas de ninguna otra persona en aquella
habitación salvo las habituales en aquella casa…lo que me hizo sospechar de que
el crimen no lo había cometido alguien ajeno a la casa, si no todo lo
contrario. ¡Ups!, se me pasaba ese detalle, ¿cómo supe que era un asesinato y
no muerte natural como el acta forense indicaba? Los forenses siempre tienden a
lo más sencillo. Por eso pedí una segunda autopsia, que finalmente me rebeló la
causa de la muerte.
Segunda Autopsia:
Se encontraron restos de residuos tóxicos en el
organismo de la fallecida, esto causo que el fluido de sangre se aumentara, y
posteriormente una grave parada cardiorespiratoria le hizo perder el
equilibrio y acabo finalmente con su
vida. El golpe en la cabeza se lo propino instantes después de que el corazón
se le parase.
Causa de la muerte --> Fallo cardiaco por Envenenamiento
*((posteriormente desangramiento del cuerpo
fallecido))
Este
acta se acoplaba mejor a los hechos que el anterior, una de mis preguntas fue
-¿Cómo podía el marido saber que el primer acta forense estaba equivocado? ¿A
caso había algún motivo para que quisieran asesinar a la señora Sobieski? Doble
las actas y las guarde en mi carpeta, tenía sueño así que me recosté un rato en
mi asiento mientras las ideas me surgían.
Al
llegar al aeropuerto de Varsovia me estaba esperando mi hermano Patrick. Le di
un fuerte abrazo y dos besos, estaba tan cambiado desde la última vez que lo
vi…ahora se había puesto el pelo totalmente liso y hacía un lado de la cara,
(según él, eso era el ultimo grito en USA) sus ojos tan expresivos como siempre y su
delgadez era la único que no habían cambiado, aunque ahora iba más formalmente
vestido. La mansión de los Sobieski estaba a una hora del aeropuerto, mientras
llegábamos Patrick me contó algunos detalles más sobre el caso y sobre todo de
su vida.
Me
contó como era su última conquista, “Emily” al parecer estaba locamente
enamorado de ella, y no tenia nada que ver con sus otros ligues de una semana o
de una noche. Emily trabajaba como doctora en el hospital *** de los
Ángeles, se conocieron después de que
Patrick tuviese un pequeño accidente de trafico, en el cual su precioso
descapotable había muerto. Según me contó Patrick todo fue un flechazo y poco a
poco ambos se fueron cautivando el uno al otro.
Patrick también me contó, cosas sobre la familia
Sobieski. Se sabía que era una de las mejores familias de toda Polonia, tenían
grandes negocios, y una inmensa fortuna bien guardada en una cuenta en Suiza.
Al parecer el matrimonio Sobieski era una pareja feliz, con tan solo dos hijos
Vladimir y Elena, de treinta y pocos y veinticinco años correspondientemente.
Elena Sobieski hacia poco que había acabado sus estudios, pagados por sus
padres, y ahora trabajaba como directora
y jefa arquitecta en una reciente empresa que la familia Sobieski había creado.
Por otra parte Vladimir, era la mano derecha de su padre en todos los negocios
familiares. Patrick también me contó que según la doncella de Los Sobieski,
Elena y su madre tuvieron una reciente pelea. Tres días después de esto fue
hallado su cuerpo. Curioso ¿no? A partir de aquí mi principal sospechosa seria
Elena. Aunque nunca se puede descartar a nadie cuando se trata de una
asesinato.
Y por fin llegué a la mansión Sobieski. Era una gran
casa de cuatro plantas y de gran extensión, la rodeaba un precioso jardín. El
vestíbulo de la mansión no era para menos, era todo lo que se puede exigir en
lujo y estilo.
En la casa pude conocer al Sr. Sobieski, y a sus
hijos, Elena y Vladimir, el cual me pareció muy simpático.
-Nota mental: los simpáticos siempre esconden algo
tras su sonrisa-.
Al parecer la habitación estaba como decía en el acta,
cerrada por dentro.
-¿Se
oyeron disparos? -Pregunte mientras rodeaba la habitación.
-No
ninguno, no se oyeron ruidos. Estábamos en la sala de billar mi padre y yo, cuando
la doncella nos aviso de que no podía abrir la puerta y mi madre no respondía.
– Me contestó Vladimir con un tono un tanto quebrado.
-Podría haber utilizado silenciador ¿no Patrick? -Me dirigí
esta vez a mi hermano.
-No lo creo, ese tipo de casquillos son comunes en armas
como revólveres, no muy grandes, poco pesados de cinco balas o similar, a las
cuales no se les puede encajar un silenciador. Aunque también puedo
equivocarme.
-Tu nunca te equivocas… eso quiere decir que tiro los
casquillos adrede. –Le dije con una agradable sonrisa.-Contusión, muñecas marcadas…
Patrick ponte aquí.
El obedeció y yo empecé a simular el crimen.
-¿Que hacia la señora Sobieski a esta hora? – Le
pregunté a la doncella.
-Nada en particular, subió a maquillarse un poco para
después bajar a acompañar al señor Sobieski y su hijo. –Contesto la doncella
con una voz un tanto quejosa.
-¿Y por que cerro entonces por dentro? –Deje esta
pregunta al aire- Bien, la señora se hallaba ahí maquillándose cuando X llego
silenciosamente, y cerró la puerta por dentro. Probablemente fuese conocido pues
no grito, se puso en pie, y hablaron, ¿Cuánto tiempo estuvo la señora en el
cuarto que ustedes sepan?
-Casi una hora, por eso fui buscarla...
-Forcejearon, la agarro por las muñecas, no, me
equivoco, la agarro por la muñecas después de la caída, le tomaron el pulso tan
fuertemente que la dejaron una marca, no hubo pelea porque la habían
envenenado, es decir, alguien entró la invito a tomar algo ella no desconfió lo
tomo, el/ella se fue y al poco tiempo sufrió el ataque, cayó contra el pico de
la cama y posteriormente se desangró. Después alguien la encontró y le tomo el
pulso horrorizada/o… algo no cuadra… debió llamar a la gente, si la
encontraron. ¿Ustedes le tomaron el pulso?
-No.
-Mmm puede ser que supiera que había sido un
asesinato, entonces quiso darnos a entender que lo había sido pues sin
casquillos, y habitación cerrada no seria tan extraño la caída. ¿Quienes había
en la casa? – Pregunté de nuevo a Vladimir.
-Ya lo he dicho solo la doncella, yo y mi padre.
-Los demás estaban de día libre.
-Ajá día libre a los criados… que típico. – Dije
exaltada.
-Bien,
¿familiares cercanos, amigos, enemigos, ultimas visitas etc.?
-No
señora, en los últimos meses los únicos que pisábamos esta casa éramos la
familia Sobieski, yo, el servicio e Igor. El hermano del señor.
-Mmm...,
¿cuándo fue la última vez que el tal Igor vino?
-Una
semana antes de su muerte fue la última visita.
-Muy
bien quiero interrogar uno por uno a estas personas…
-Señora
el señor Igor, esta de viaje el último día que vino fue para despedirse, esta
en Francia.-Comento de nuevo la doncella.
-Amm...
Bueno haré unas llamadas…
Por
la tarde ya tenía mi buena lista de sospechosos:
Listado de Sospechosos
Elena Sobieski
Vladimir Sobieski
Sr. Sobieski
Doncella de Los Sobieski.
Al
parecer Igor tenia una perfecta cuartada, habría sido imposible que él, estando
en Francia pudiese llegar a Polonia cometer un crimen así y volver a Francia,
sin ser visto, en otro lado que no fuese el casino del hotel de Cannes donde
residía.
La
doncella, tenia una cuartada no colaborada, se suponía que estaba en la cocina
haciendo el té, pero que escucho un ruido fuera sobre la hora de la muerte,
salió para ver lo que ocurría pero al no ver nada, volvió y sirvió el té a los
señores en la sala de billar, después de esto fue en busca de la señora y la
halló muerta. Parece que todo cuadra a no ser que en el tiempo en que salía a
fuera estuviese dentro matando a la señora. Elena no se la vio por la casa
hasta dos horas después de la muerte de su madre. Vladimir que estaba en todo
momento con su padre y ninguno se separo del otro. Esto apuntaba a que la
doncella era la asesina, los motivos simplemente podrían ser que estaba cansada
de obedece a lo caprichos de su ama. Pero ¿quién fue la segunda persona en
visitar a la señora? Después de la doncella interrogué a Vladimir, estaba un tanto
nervioso, la muerte según él le había afectado mucho, pestañeaba sin cesar, y
estaba tembloroso, sin duda, guardaba algún secreto que contra su moral debía
mantener escondido.
-Señorito
Sobieski, ¿e esta ocultando algo? –Sí, así de directa fui con el señorito
Sobieski, siendo él tan descarado en su nerviosismo pensé que la mejor forma
para obtener la verdad era siendo directa. -Por que hacerlo podría convertirlo
en el principal sospechoso de la muerte de su madre ¿lo sabe?
-¿Qué?
¿Cómo? ¡No! No, yo nunca habría podido matar a mi madre… ¿Cómo me cree capaz de
tal atrocidad?
-Señorito
en mi trabajo se ve muchísimos casos como este, y la verdad los asesinos nunca
parecen serlo, se lo aseguro.
-Pues
no, no fui yo, es solo, que…
-¿Qué?
-Pues
me ausente un momento de la sala de billar, fui al baño estuve allí un cuarto
de hora mas o menos... (Por favor no pregunte el que estaba haciendo) al salir
me encontré con la doncella que venía de afuera de la casa.
-Ajá.
¿La colabora entonces?
-Supongo
¿qué ha dicho?
-No
dijo que lo vio usted, pero dijo que salio de la casa.
-Pues
me la encontré y volví a la sala de billar, allí todo estaba en orden.
-Muy
bien, señorito Vladimir.
Volví
a interrogar a la doncella al parecer ambas cuartadas estaban colaboradas, pero
¿sería cierta esa historieta contada por la doncella y
Vladimir?
Patrick
y yo nos quedamos a dormir en la casa de
Los Sobieski. Él había interrogado al Señor Sobieski, que una vez más colaboró
lo que Vladimir había dicho. Más al medio día él pillo “in-fraganti” a Vladimir
besando a la doncella, esto sin duda alguna mostraba el romance que ambos
llevaban en secreto. Esto cambiaba un poco las cosas, estaba claro que Vladimir
no lo había hecho, la doncella podría haberlo hecho en el rato que Vladimir
estuvo en el servicio entonces podría ser la doncella la asesina y Vladimir ¿la
defendía? o... ¿sería al contrario? Y Vladimir en el rato que estuvo en el baño
la mato?... Y siendo así ¿quién sería la otra persona?
Había
muchas intrigas en este caso y muy pocas pistas… lo único que me quedaba eran
las suposiciones e interrogatorios…
Decidí
entonce “creer” a los sospechosos. Y seguí con mi lista.
Listado de Sospechosos
Elena Sobieski
Sr. Sobieski
Elena
Sobieski, no tiene cuartada y no se la vio por la casa, en todo el día antes de
la muerte de la señora Sobieski, era la más extraña e intrigante de todos los
sospechosos y por eso la interrogué mientras paseábamos por los alrededores de
la casa.
La
señorita Sobieski era muy guapa y rebosante de felicidad, aunque su miraba
mostraba una persona solitaria, arisca y un tanto calculadora.
-¿Es
verdad qué discutió con la victima tres días antes de la susodicha muerte?
-Si
es cierto, no me arrepiento, mi madre me estaba poniendo últimamente de los
nervios, quería que me casará con un panoli del este de la ciudad y yo me
negaba rotundamente.
Caminábamos
ahora por el jardín de al lado de la ventana de la habitación de la victima.
-Ajam,
¿volvió a verla después de eso?
-No,
hasta que la vi muerta.
-¿Es
esa la ventana del cuarto de su madre? – yo ya sabía que esa era la ventana
pero quería ver como se desarrolla la conversación a partir de esta pregunta.
-Sí,
es la ventana de la que fue habitación de mi madre.
-Ajá.
Échame una mano, anda. -Le dije y me ayudo a escalar por la estropeada pared
que tenia ladrillos sueltos y llegue hasta la ventana de la señora Sobieski, me
subí con gran destreza al alfeizar, y logré entrar en la habitación, sin duda
el famoso descubridor del crimen subió por ahí.
-¿Qué
a descubierto detective Scott?
-Nada,
oiga ¿usted hace deporte?
-Si.
-¿Podría
decirme cual?
-Hago
de todo un poco...
-Mmm.
Después
de eso interrogué de nuevo a Vladimir pero esta vez le pregunte por los
deportes de Elena.
-Si
práctica desde los ocho años la escalada.
-Ahhh
-¿Esta
sorprendida?
-No
en absoluto, me lo esperaba.
-¿Y
que tiene que ver eso con todo esto?
-Ya
lo vera.
Estaba
claro que ella había sido quién escalo hasta la ventana y por eso me escondió
ese detalle, entonces ella no pudo ser la asesina pues, el asesino entro por la
puerta y no por la ventana. Interrogué de nuevo a Elena y por fin me dijo toda
la verdad.
-Usted
entro por la ventana (ignoro el porque) y se encontró a su madre tirada en el
suelo con un golpe en la cabeza, se arrodillo para ver que le ocurría le tomo
las muñecas en busca de pulso no lo encontraba se estreso, y apretó más fuerte,
se dio cuenta entonces que estaba muerta…y si ella estaba muerta, usted podría
ser la siguiente si decía que alguien la había matado. (O no, no lo sé, no sé
por que lo hizo entonces y no delato al asesino) tenia en la mano su revolver
esparció balas a su alrededor y cerro la puerta por dentro. Bajo otra vez por
la ventana. Eso esta claro, pero mis preguntas son: ¿Por qué no delato al
asesino? ¿Por que no dejo una nota o algo? ¿Y por que se encontraba en el sitio
adecuado en el momento adecuado?
-Señorita
Scott es increíble su capacidad y rapidez de razonamiento. Y le responderé
gustosa si me promete detener al asesino de mi madre.
-Se
lo prometo.
-Bien,
yo estaba furiosa con mi madre, cogí el revolver, subí por su ventana solo
quería darle un susto en venganza a la pelea. Y simplemente no lo delate por que
no estaba segura de quien había sido, no podía dejar una nota por que así pude
descubrir yo misma quien era el asesino.
¿Y
cómo lo sabría?
-Fácil,
detective, ¿quien la llamo, y por arte divino adivino que mi madre no había
muerto de forma natural?
-Su
padre...
-Creía
que así la persona se delataría, y podría silenciarla antes de que contase la
verdad, y después echarle el muerto.
-Interesante...pero
¿por que?
-No
lo se. Eso tendrá que averiguarlo usted.
-Está
bien. Lo haré pillare a su padre.
Al
rato fui inmediatamente a interrogar al señor Sobieski.
-Muy
bien señor Sobieski, parece ser que usted se quedo solo aquí, ¿qué hizo
mientras tanto?
-Nada
me quede aquí calculado la partida.
-¿Parece
que es muy calculador usted no? –Y así empecé a lanzar tiritos al señor
Sobieski para ver cuales eran sus reacciones- Lo digo sin animo de ofender
señor.
El
me miró de forma extraña pero sin perder los nervios y tomando el control de la
conversación.
-Si
se pregunta, por que supe que mi mujer había sido asesinada es muy fácil, ella
no tiene pistola, ni revolver, estaba encerrada en su cuarto, es obvio que algo
raro paso.
-Si,
es verdad no le he puesto en duda eso señor Sobieski, se sabe que participaron
dos personas en ese asesinato
-¿Dos
personas?
-Si,
hubo un cómplice desde fuera de la casa.
-Jajaj
eso es ridículo.
-¿Por
qué lo es?
-No
se, por que eso no parece cosa de dos...
-Pues
si lo fue, el segundo entro por la ventana hizo mucho ruido, al entrar y por
eso la doncella salió de la casa, su hijo fue al baño y después ambos se
encontraron y se quedaron hablando.
Mientras tanto el segundo subía ahora por la ventana. El primero que la
enveneno con el té, volvía a su lugar de inicio. Y mientras la doncella volvía a
la cocina y cogía la bandeja de nuevo el segundo huyó. Después la fallecida se
descubrió.
-¿quién
cree usted que es el segundo?
-No
lo se, pero se quien es el primero.
-¿Así?
¿Quién?
-Usted,
señor Sobieski.
-¿Yo?
Jajaja es una acusación muy grave señorita
-Pero
es la acertada. Usted aprovechando que su hijo se fue al baño y la ausencia de
la doncella cogió el té y se lo llevo a su mujer, hablaron, ella se lo tomo y
usted bajo de nuevo, a ella le dio el infarto mientras usted ya había puesto de
nuevo el te en la cocina y regresaba a
la sala de billar como si nada hubiese pasado. La otra persona entro en la
habitación supo que la habían matado y puso todas esas cosas para que no
pareciera un accidente.
-¿Tiene
alguna prueba, de eso que dice?
-Tengo
un testigo.
-¿Un
testigo?
-Sí
la segunda persona. Lo vio.
-Será
su palabra contra la mía.
-Pudo
ser esa persona quien la matara.
-Pero
no fue, porque lo hizo usted. Los hechos concuerdan hay testigos… y un motivo.
-¿Que
motivo?
-Su
esposa estaba empezando a ser un estorbo en los negocios de la familia verdad
(eso era algo que improvise para ver la reacción del señor Sobieski)
-¿Y
usted como sabe que mi mujer me era un estorbo para mis negocios?
-No
lo sabía pero usted me lo acaba de decir. –Le dije con una sonrisa que no pude
evitar evocar, la estupidez humana siempre es ayudante en casos como este.
-Pues
si era un estorbo pero no por eso e de matarla.
-Si,
cuando estaban a punto arruinarse, por culpa del vicio al juego de su hermano
Igor.
-¿Sabe
quien es la segunda persona?
-Si.
-¿Quién?
-¿Por
qué cambia de tema?
-Elena
¿no?
-Si.
-Lo
sabia mi pequeña Elena siempre fue muy lista.
El
señor Sobieski empezó a contar toda la historia, pronto fue detenido y Patrick
y yo nos fuimos de Varsovia. Y así es como resolví con existo otro caso. Mi
hermano Patrick investigó a Igor, y sabía que tenía enormes deudas de juego.
Las empresas familiares peligraban por ello, y la titular de la fortuna era la
señora Sobieski no su marido, y ella no estaba dispuesta a consentir más vicios
de su cuñado. Quería cerrarle el grifo a todos los de la familia incluido su
marido, pero el señor Sobieski sabía que si ella moría el titular de la fortuna
seria él. Y por eso la mató.
miércoles, 25 de octubre de 2017
Infinita Casualidad
Esta es la historia de dos personas desconocidas. Dos
personas que vivían en la misma ciudad, frecuentaban los mismos eventos, los
mismos sitios de ocio y la misma universidad, incluso iban a la misma
dentista…entre todas las miles de veces que pudieron haberse encontrado, por
hallare en el mismo lugar, a la misma hora…en ninguna de esas ocasiones se
conocieron.
Cada una hacia su vida ajena a la otra, y seguían su rutina
paralelamente.
Estas dos personas no solo coincidían en los lugares, sino
también en la forma de ser, de pensar, en los gustos etc.
Resulta curioso como estando tan cerca, cada una se
encontraba tan lejos de la otra. Dos desconocidos que habiéndose topado más de
una vez nunca cayeron en la presencia de la otra. Os estaréis preguntando si en
algún momento de sus vidas finalmente se encontraron, pero no precipitemos los
hechos, el destino es así de entrañable.
Pasaron los años y la vida de ambas se vio teñida de
desesperanza.
¿A caso era posible
encontrar a alguien entre todos los millones de personas que vivían en los
cientos de países distintos en el mundo?
Quería contarte la
historia de dos desconocidos pero esta no es esa historia, esta es la historia
de una conexión especial de cómo dos personas ajenas que pudieron encontrarse
en miles de momentos diferentes no lo hicieron.
Sin embargo, la conexión entre ellas fue creciendo cada vez
mas sin que ninguna se diese cuenta, el destino es irónico a veces. Cuando dos
personas unen sus destinos, no importa cuántos años pasen, al final de una
manera u otra acaban encontrándose. Esta es esa historia.
Algo las impulsó a cada una de ellas, a estar en el momento
adecuado a la hora exacta, esa conexión hizo un click cambiando sus vidas para
siempre.
¿Derecha o izquierda?
¿Arriba o abajo?
Todas las preguntas respondidas de la misma forma al mismo
tiempo. Siguiendo un mismo camino ya diseñado para ellas. El destino las había
unido en una pequeña e infinita casualidad.
miércoles, 18 de octubre de 2017
Desvarios del Pasado
La oscuridad me invade
No conozco el día,
La noche es mi refugio
Solo hay soledad en esta habitación,
Estoy rodeada de gente entre cuatro
paredes
Pero ellas no se percatan de mi
presencia
Una ausencia
Permanente en sus vidas soy
Pues mi cuerpo solo es una sombra en la
claridad
Que se hace más fuerte en la oscuridad
Donde mi existencia es un espectro de
mi alma
Que vaga despacio y dolorido
Donde las tinieblas me envuelven
Donde las penas se calman
Las notas de mi melodía me llevan a
caer en el día
Y es ahí cuando no hay salida ya estoy
perdida
lunes, 9 de octubre de 2017
Algo del pasado
En aquel instante, en aquel momento, una chispa saltó de mi interior y de pronto supe sin saber bien porqué, que aquella persona que ni conocía ni había visto nunca antes, llegaría a ser importante en mi vida. Que dejaría una huella en mi piel, difícil de borrar.
jueves, 5 de octubre de 2017
Extracto de Tomates Verdes Fritos
« Resulta
curioso observar que la mayoría de las personas pueden trabar conocimiento con
alguien y, gradualmente, ir enamorándose sin llegar nunca a saber cuándo empezó
todo exactamente. Pero Ruth lo sabía con toda precisión. Cuando Idgie le sonrió
y le ofreció la jarra de miel, todos los sentimientos que había tratado de
sofocar la inundaron; y en aquel mismo instante supo que amaba a Idgie con todo
su corazón. Por eso se había echado a llorar aquel día. Nunca había sentido
nada parecido, y comprendió que probablemente nunca volvería a sentirlo por
nadie. »
sábado, 30 de septiembre de 2017
Última parte
A
la mañana siguiente, un estruendo familiar les despertó, sonaba como un avión o
un helicóptero. Abrieron la puerta sin pensarlo y allí estaba, un gran
helicóptero intentaba aterrizar en una llanura cercana. Salieron con las armas
en la mano, Abraham que, la noche anterior se había puesto uno de los uniformes
de soldado que allí se habían dejado, se hizo pasar por uno de ellos
acercándose al helicóptero.
-¡Eh,
eh, eh! –Gritaba.
El
conductor paró el motor y se bajo.
-Soy
el suboficial Alarcón, ¿está aquí la brigada de paracas?
-Cállate
la puta boca, vas a sacarnos de aquí a mí y a los demás o te mato poco a poco
pegándote tiros por todo el cuerpo. Y no quieras saber por dónde voy a empezar.
–Abraham hizo señales a los demás y corrieron hacia el helicóptero
-¿Quienes
sois vosotros? –Preguntó el suboficial sin entender nada.
-Somos
amigos del oficial Ramírez por desgracia ha muerto, como todos los demás.
Mientras
hablaban una multitud de infectados se abalanzó hacia ellos.
-¡Corred,
joder corred!
Siguieron
corriendo hasta el helicóptero. El conductor fue el primero que corrió, Abraham
fue detrás de ella apuntándole con el arma.
-Ya
puedes encender el motor y llevarnos a todos a donde sea carbón. –Le ordenó y
el suboficial obedeció.
Pero
uno de los zombis pillo por sorpresa a Cris del brazo.
-Cris,
Cris, –La llamo David, parando de correr y yendo en busca de Cris. La agarró de
la otra mano y tiro de ella hasta él con fuerza. Consiguió dispararle a los zombis
ganando el tiempo suficiente como para alcanzar el helicóptero que ya estaba en
marcha.
Cris
se miró hacia si mientras corría. “todo
aquel que esté contaminado, ya está perdido”. Esas palabras retumbaban su
cabeza, de pronto se frenó en seco, David tiraban en vano de ella.
-Corre,
corre, que se van sin nosotros. –Le gritaba.
-No,
yo no iré. Ya estoy condenada. –Le enseñó a David la gran mordedura que tenía
en el brazo izquierdo. David entonces comprendió, y con toda la pesadez de su
corazón le soltó la mano suavemente y la dejo allí. No podía evitar que las
lágrimas resbalasen por sus ojos.
Finalmente
el helicóptero despegó dejando aquel infierno tras de si. David no quiso mirar
atrás, en parte porque sabía que la escena que le esperaba era aun más dolorosa
que cualquier a de las enfermedades que había en el mundo.
miércoles, 20 de septiembre de 2017
Parte Séptima
Había
perdido ya la noción del tiempo, ¿sería hoy Nochebuena? ¿Lo sería mañana? O
¿aún no se sabía quién era el ganador de este año del gordo de navidad? No quería
pensar en lo que pudo ser y jamás será. Tan solo quería a veces, escapar de
todo, escapar...despertar...sí, despertar de aquella maldita pesadilla.
Yo
solo era un muchachito normal, al que solo le preocupaba no sacar la nota suficiente
para que pudieran darle la beca y seguir estudiando; que nunca había disparado
un arma de fuego de verdad, y que ni mucho menos, había matado a otro ser...
Pero
ahora, ahora me veía envuelto en todo esto, zombis, sangre, disparos, huir,
soldados y policías por todas partes, gente matándose unos a otros. Era una
locura. Una puta locura sin sentido. Tan solo me quedaba ser fuerte, y aguantar
lo que me echasen hasta el tiempo que pudiera.
-Espero
que sea bastante. –Dije para mí.
De
improviso un fuerte y seco ruido se escucho haciendo temblar las cristaleras de
aquella casa.
-¿Que
ha sido eso?
-Ni
idea. –Belén se asomó de un vote por la ventana– ha tenido que ser lejos, no
sé ve nada....
Volvió
a escucharse aquel estruendoso sonido pero esta vez se notaba más cerca.
-¡Ey
mirad! –Gritó Abraham mirando a través de otras de las ventanas.
Era
una familia, salía corriendo de su casa cargando con algunas cosas.
-¿Qué
le habrá hecho salir de ella? –Pregunté turbado.
Una
vez más volvió a escucharse, aún más fuerte que la vez anterior, era un sonido
detonante como una bomba chocando contra el suelo. Esta vez, las paredes, el
suelo, los cristales todo se tambaleaba, como si fuese un terremoto.
-Salgamos
de aquí, ya no estamos seguros dentro de la casa. –Grité.
Las
latas de la puerta ocasionaban un gran escándalo. ¿Qué estaba pasando ahora?
Pero mi pregunta mental, fue casi respondida por otra pregunta de Abraham.
-¿Están
bombardeándonos?
-Parece
ser que sí. Ya no existen aliados aquí, todos somos enemigo de todos. –
-¡Al
suelo!
La
explosión sucedió muy cerca de donde nosotros estábamos. Me eché las manos a la
cabeza, los oídos me retumbaban, y el corazón parecía salirse de mi pecho, me
costaba respirar. Poco a poco el miedo se apoderaba de mis sentidos, dejándome
paralizado. Trozos de escombros salían disparados hacia todos los sitios
posibles como balas. Podía percibirse gritos desgarradores en la lejanía. Al
parecer no éramos nosotros los únicos supervivientes, aunque, por lo visto,
pronto sí. Me seque el sudor de la cara, pero no era sudor, estaba sangrando.
Me quedé mirándome la mano como en shock, hasta que Cris me despertó de mi
ensimismamiento.
-Venid,
vamos por aquí corred no miréis a ningún lado. –Dijo. La seguimos, cruzamos
corriendo una carretera y nos metimos entre los matorrales. Nos quedamos unos
instantes bajo el puente de la A-7. Ya habíamos llegado a los Montes de Málaga.
Alcé
la vista al cielo, se veía un bombardero sobrevolando fugazmente el soleado
cielo invernal de Málaga.
-No
podemos dejar que nos vean. –Comentó de nuevo Cris.
Corrimos
una vez más hacía el interior de la montaña. Corriendo campo a través. Huyendo
de esta forma, de las bombas.
-
¿Creéis que nos verán? –Preguntó ingenuamente Abraham.
-Posiblemente
sí. Así que calla y corre. –Le contestó bruscamente Belén.
De
vez en cuando nos tirábamos al suelo al escuchar aquel avión militar. Cuando
pasaba de largo volvíamos a correr montaña arriba. Al par de horas llegamos a
una zona con bastante espesura vegetal por la que nos quedamos allí haciendo un
alto.
-¿De
dónde conseguiste eso? –Le pregunté a Abraham.
-¿La
HK USP? –me preguntó enseñándome su pistola. Asentí con la cabeza.
-La
mangué por ahí. También robe una M4 de un infante de marina siguen usando estas
armas...son buenas armas la verdad, esta tiene visión nocturna. Me ha sido de
gran ayuda para llegar. No hace demasiado ruido tampoco. Tengo media mochila
llena de munición.
-Shh
callad. –Dijo de repente Cris.
-¿Oyes
de nuevo teclear? –Bromeó Belén.
Cris
le lanzó una mirada fulminante, con lo que Belén se calló de inmediato. Todos
se pusieron a escuchar.
-Son
pasos. –Anunció Abraham.
-Mirad
por ahí. –Dije alterado.
Vimos
a un hombre a unos metros en una colina más baja de laque nos encontrábamos. Nos
tumbamos todos mirando hacia aquel hombre, parecía un soldado, o al menos iba
vestido de ello. Corría cojeando por el monte. Belén le hizo señales a Abraham
y le pidió su M4 silenciosamente, él se la dio y al cabo de unos instantes el
silencio del bosque se vio quebrado por el disparo de la M4, que impactó en la
pierna derecha del soldado. Cayó entonces de bruces al suelo, gimiendo de
dolor. Corrimos hacía él, acarreando las armas. Cuando llegamos junto a él, lo
rodeamos y le apuntamos.
-Dos
preguntas, quién eres y qué haces aquí. –Dijo rápidamente Belén.
El
soldado se echó a reír. Cris disparó al aire con su pistola y luego le apuntó a
la cabeza.
-Te
ha hecho unas preguntas contesta, o la próxima bala se alojará en tu gorda
cabeza.
-Soy
el oficial Ramírez. Formo parte de la brigada BRIPAC, llegué hace un día con
unos cinco soldados más a la zona de contadoras. Soy el único que sobrevivió finalmente. Uno de los soldados tenía esa enfermedad, se
volvió loco empezó a disparar contra los demás. Al principio, cuando nos dieron
el aviso, se suponía que esto era una misión de control de evacuación. Yo pertenecía principalmente al batallón de
cuartel general, concretamente en la unidad de inteligencia. Cuando la alarma
de todo esto estalló, nadie sabía nada. Hace unos días me ofrecí voluntario
para guiar a un grupo que venía a explorar esta zona, puesto que soy malagueño.
No voy a haceros daño, ¿tenéis agua?
Cris
le quitó todas las armas que traía (que no eran pocas), Abraham y yo lo ayudamos
a subir hasta la colina donde estábamos nosotros.
-Esto
es...es una barbaridad. Creí haber conocido el infierno pero ahora veo que no
era así. Este es el verdadero infierno.
-Pero
¿qué coño está pasando? ¿Por qué nos bombardean? ¿Por qué no nos evacuan y nos
salvan? –Pregunté desesperado.
-Empezaré
por el principio.
«Más
de 50.000 personas mueren al año, por rabia. Este problema fue el inicio de
todo. Hará algunos años, se empezó una gran investigación, colaboraban países
como Francia, Reino Unido, Finlandia y España. Su principal objetivo era el de
encontrar una cura para la rabia, tanto en animales como para humanos. Al
principio la experimentación solo era con ratas. Se les administraban dosis de
rabia primero y se estudiaba el avance de la enfermedad, estudiando la
sintomatología etc. Tras eso empezaron a administrarle otras sustancias para
intentar encontrar una cura factible.
En
esta búsqueda de la cura contra la rabia, emplearon la administración de componentes
de todo tipo, utilizado en curas de otras enfermedades, sida, cáncer, sífilis,
y otras enfermedades víricas y neurológicas. Crearon así una bacteria una
mutación genética de la bacteria madre de la rabia junto con un componente
extraño utilizado en una cura experimental contra un tipo de cáncer. Les
administraron esto a unas cuantas ratas
rabiosas. Al principio pareció funcionar. Pero al cabo del tiempo se
encontraron con que todas las ratas habían muerto. Sin embargo, tras pasar dos
horas tras la muerte, el resultado fue, que habían vuelto a la vida. Esto era
realmente fantástico, sin querer habían descubierto la “resurrección”.
Analizaron
varias veces la sangre de las ratas, parecía ser, que ya no eran portadoras de
la rabia. Pero su movimiento se vio aletargado, su repertorio de conductas habituales
se había extinguido; en cambio, habían adoptado una forma muy agresiva de
comportamiento. Intentaron de esta forma el mismo estudio pero en perros, para
poder someter a tratamiento a humanos. Se utilizó la misma metodología
experimental que en las ratas, dando lugar al mismo resultado. Al cabo de una
semana, las ratas se habían comido unas a otras y los perros habrían acabado
igual, tuvieron que sacrificar los que quedaban con vida, su agresividad era
demasiada. Sin embargo era una agresividad pasiva, como si su único objetivo
fuese el de morder a los otros y ya está. Los análisis posteriores de sangre
anunciaban que tanto las ratas como los perros no habían regresado a la vida,
sus constantes vitales no existían, y la sangre ya se hallaba coagulada. La experimentación
se canceló con la bacteria BT-65, su utilización se prohibió por el comité de
investigación. No se pudo experimentar en humanos. Aunque el laboratorio
continúo buscando una cura contra la rabia, volviendo a empezar la
investigación desde cero. Se archivó los datos de la BT-65. Más, uno de los
doctores que participaba en ella, no se dio por vencido, pensaba que, si
lograba alterar la cadena de resucitación esta bacteria seria más beneficiosa y
en vez de volver al estado rabioso de vida, volvería a otro sin rabia, de esta
forma pensó que administrándole adrenalina cuando las ratas estaban en periodo
de muerte, revivirían en su totalidad de bienestar.
Por
ello, siguió el estudio clandestinamente en la India. Allí consiguió varios voluntarios
humanos. ¿Sabéis? La creencia sobre zombis en la India está muy extendido...Así
fue como nació la enfermedad allí. Al principio, el doctor no sabía la esta enfermedad
que estaba trasmitiéndoles a las ratas y los humanos después, era contagiosa,
ese fue su gran error. No existe cura alguna pues la enfermedad proviene de una
cura para la enfermedad. Desarrollado una cura fue como se creó esta terrible
enfermedad, todo aquel que esté contaminado, ya está perdido.
Sin
embargo no acaba ahí la cosa. Al principio los altos mandos del ejército y el
presidente, decidieron evacuar a los afectados que aún no tuviesen la
enfermedad, mas, era muy difícil discriminar quien la tenia y quien no, por no
decir imposible. Colocaron una frontera con pequeñas campañas sanitarias para
hacer análisis médicos, y así decidir quién pasaba y quién no. Pero algunos
casos se detectaron fuera y eso fue la gota que colmo el vaso. Decidieron
cerrar absolutamente la frontera. Dejando a toda la población andaluza a su
suerte. Cuando la situación empezó a ser insostenible en las zonas de frontera,
revueltas, alborotos, gente armada contra los militares, contra la policía, decidieron,
atacar no solo a los zombis, si no a la población en general, de esta forma
rápida y eficaz evitarían la expansión de la enfermedad, que, de ser expandida
por el mundo, no habría escapatoria alguna.»
Nos
quedamos atónitos tras escuchar la historia del oficial.
-Ya
mismo se hará de noche, tenemos que buscar un refugio. –Se le escucho decir a
Cris.
Con
las armas a cuestas, volvieron a caminar por el monte, en busca del refugio.
Nadie más volvió hablar, todos iban concentrados en sus pensamientos, dándole
vueltas y más vueltas a la historia que acaba de contar el oficial, “todo aquel que esté contaminado, ya está
perdido”.
Cuando
ya empezaba a oscurecer, a eso de las seis de la tarde, se toparon con un
cortijo medio en ruinas, allí se instalaron aquella noche.
-Estaba
pensando que, podríamos ir donde las contadoras. No quedará muy lejos de donde
estamos ahora, a medio día de camino como máximo. –Propuse mientras estábamos
sentados alrededor de la chimenea de aquel ruinoso cortijo.
-Sí
podríamos hacer eso. –Dijo Abraham.
-Allí
están los demás soldados, no a todos los pudimos matar...al menos dos de ellos
se convirtieron en esos monstruos. –Dijo el oficial mientras Belén intentaba
curarle la pierna.
-Los
mataremos entonces nosotros. –Contesté con rotundidad.
Yo
también me cure las heridas que los escombros por las bombas me habían hecho.
Intentamos dormir algo aquella noche, no sé si los demás pudieron conseguirlo,
yo al menos no. Y eso que llevaba ya unas cuantas noche seguidas sin dormir, pero...cada
vez que cerraba los ojos. Sentía aquel silbido en mi cabeza, aquel sonido sordo
de las bombas estallando junto a mí, los gritos de la gente en la lejanía. No
podía dormir así. Sin embargo, al pasar
las horas...y sin percatarme de ello, me quedé frito.
¿Qué
era eso que estaba notando? ¿Era un sueño? Notaba como si alguien estuviese ahí
junto a él, sería una pesadilla, ya volvía otra vez a soñar con la presencia de
aquellos infectados, por una u otra cosa Abraham abrió los ojos, y se encontró
con una horrenda imagen. Tenía a una infectada delante de él intentando
morderle. Le propino dos fuertes patadas en la cara desencajándole así la
mandíbula, pero ni por esas él zombi dejaba de atacar. La putrefacta mandíbula
desencajada no le hacía desistir en su intento de morderle. A tientas cogió un
cuchillo y le rajo el pescuezo.
-¡Joder
joder! Ha faltado poco –Exclamó con ansiedad.
-Esto
es una pesadilla, jamás se acabará. Si los matamos otros vendrán, y así sucesivamente...ningún
lugar estará a salvo de ellos. –Dijo Cris arrastrando las palabras, con un aire
de desesperanza. Era la primera vez que la escuchaba hablar así– No tenemos transporte
para huir, no tenemos nada. No podemos salir de esta maldita ciudad, ni tampoco
tenemos lugar al que podamos acudir fuera de aquí.
-Ya
lo iremos pensando, vayamos a las contadoras, podemos doblar la seguridad de
aquella zona mientras tanto. –le comenté echándomela en los brazos y
abrazándola con ternura.
Camino
a las contadoras, el oficial empezó a respirar fuerte, no se sabía que le
estaba pasando, era como convulsiones, antes de que la agonía del oficial
llegase al límite, le proporcionamos un tiro en la cabeza.
-Ya
se ha acabado su tormento. –Dijo suavemente Belén cerrándole los ojos.
Le
quitamos sus armas y seguimos el camino. No nos encontramos a más infectados al
medio día llegamos a las contadoras, estaba todo lleno de sangre.
-No
toquéis la sangre por si acaso está infectada aún. –Comentó Belén.
-¿Crees
qué la bacteria seguirá intacta todavía? –Le pregunté dudoso.
-Puede
que sí, es mejor no correr riesgos.
Encontramos
una red de alambres que pusimos bordeando el lugar. No sería suficiente pero
algo, era algo. También tapamos todas las ventanas y puertas con lo que pudimos
amontonamos las sillas delante de ella, y el escritorio.
-Cris,
échate un rato parece cansada.
-No,
si estoy bien no te preocupes por mí.
El
día trascurrió tranquilo, algo inusual en los últimos días.
-¿Qué
día es? –Preguntó Abraham.
-Ni
idea, estoy totalmente desorientada. –Le contestó Cris.
-¡Tal
vez sea navidad! –Añadió él.
-La
navidad es una mierda. No sabes que la inventaron los grandes almacenes es como
san Valentín pero con más frío y lucecitas. –Se metió Belén en la conversación
A
todo esto, David empezó a cantar “Belén
campanas de Belén” y Abraham y Cris se unieron, Belén refunfuñaba pero, al
cabo de un rato se unió a ellos. De la nada Abraham saco una botella de vodka
de su mochila y empezaron a pasársela unos a otros.
-Para
mí, hoy es Nochebuena así que, hay que celebrarlo chicos.
Por
unas horas, no había infectados, no bombas, ni soldados, ni nada...por unas
horas podían experimentar aquello que antaño hacían llamar... «Felicidad».
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